En Protección Online abordamos constantemente temas como el acoso escolar, el sitio http://www.savethechildren.es/ comparte consejos para niños y niñas sobre el Bullying y el Ciberbullying en donde se diferencian ambos delitos, como así también lo que deberíamos hacer ante estos casos. El acoso escolar consiste en hacer daño a un compañero o compañera de forma intencionada y repetida, mientras que el ciberbullying es un tipo de acoso a algún compañero o compañera a través de medios tecnológicos.
El acoso escolar se realiza utilizando cualquiera de las siguientes formas de agresión:
– Verbales: Poner motes, tomar el pelo, amenazar, hacer burlas, hablar mal de otros, insultar, despreciar, provocar, amedrentar.
– Físicas: Golpear, empujar, dar una patada a otro, arrojar cosas, quitar, romper o esconder las pertenencias de alguien, hacer muecas o gestos de desprecio.
– Sociales: Excluir a alguien, difundir rumores, aislar, ignorar, humillar, extorsionar.
– Sexuales: Molestar, hacer tocamientos sin consentimiento, hacer burlas del cuerpo, la intimidad o la orientación sexual de otro.
El ciberacoso se realiza utilizando cualquiera de las siguientes formas de agresión:
– Mensajes desagradables o dañinos.
– Llamadas acosadoras al móvil.
– Envío de fotos hechas con el móvil y utilizadas para amenazar.
– E-mails acosadores.
– Acoso a través de chat.
– Mensajes dañinos a través de Whatsapp, Twitter u otra red social.
– Hablar mal de alguien o colgar en internet información personal.
Si eres el agresor de un compañero o compañera:
• Pregúntate: “¿Qué es lo que me sucede?, ¿por qué me hace gracia o me siento más fuerte cuando molesto a otras personas?”
• Piensa cómo se debe sentir la persona a la que le estás haciendo daño.
• Habla de lo que te sucede con algún adulto. Alguien que te escuche y te ayude.
• Controla tus emociones para que éstas no te controlen a ti. La violencia no es una buena manera de responder.
Si un compañero o compañera te hace daño con frecuencia y durante un cierto tiempo:
- Es posible que te sientas triste, temeroso, avergonzado y culpable, porque sufres una situación injusta.
• No guardes el secreto. Si hay algo que te hace daño, no te lo calles. Hablarlo no es chivarse, es exigir el respeto que todos merecemos.
• Cuéntalo a tus padres o algún adulto de confianza. Es importante que lo cuentes en el colegio.
• Procura no estar solo y evita situaciones o lugares que puedan ser arriesgados.
• No respondas de la misma manera, es decir, agrediendo.
• En el momento en el que te hacen daño crea un escudo imaginario a tu alrededor que te proteja. Todo lo que te están diciendo rebota como una pelota. Respira, piensa que eres fuerte.
• Todos tenemos derecho a ser protegidos contra cualquier forma de violencia y a ser tratados con respeto.
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