Tal como ocurrió en Estados Unidos en el 2010, año en el cual se dispararon los casos de sextorsión, en países europeos como España, ha aumentado el número de denuncias y casos de extorsión con tinte obsceno en la web y afecta a los menores en etapa de la pubertad.
La fiscala, delegada de Menores en Valencia, Gema García, afirmó que la fiscalía no aún no cuenta con datos estadísticos y no hay una denuncia en masa de casos de este tipo, en parte porque la víctima se siente avergonzada por lo sucedido pero es un delito que relaciona con los menores y las nuevas tecnologías que están empezando a registrar. Por su parte, Jorge Flores, director de Pantallas Amigas, menciona que durante el pasado mes de agosto, se registraron siete casos de este tipo de delito.
La fiscala también menciona que la pubertad es el periodo de edad en la que se empieza a ser vulnerable cuando los menores se inician en las relaciones sexuales y que la mayoría son chicas. Recordemos una publicación anterior compartíamos un caso en el que un adulto se hace pasar por una chica de 14 y contacta con menores. Jorge Flores explica que la manera en que el extorsionador consigue esas imágenes de contenido sexual es diversa, puede haber sido una antigua pareja con la que se ha practicado sexting, puede haberlas robado de un celular o de una computadora, y esto es demasiado frecuente, haberlas obtenido al grabar una sesión íntima de webcam consentida o conseguida mediante engaño.
Una vez que el acosador consigue estos materiales, comienza el chantaje para enviar más y más pornografía, o bien los extorsionan económicamente, se informa en el sitio acceso.com donde además comparte un estudio publicado por INTECO en 2010 en el que se manifestaba que el 8% de los menores españoles recibe de fotos o vídeos de chicos/as de su entorno en posturas provocativas o inapropiadas, niveles de sexting que coinciden con los detectados por otras fuentes como Denuncia-online.org u organizaciones mexicanas y que aún están lejos del 19% o del 34% que mostraron diversas encuestas realizadas ya en 2009 en los EE. UU. entre adolescentes y jóvenes universitarios.
En Paraguay también tenemos casos similiares, la más conocida es el caso del Pabellón la Esperanza.