Sabemos que a través de Internet podemos contactar con conocidos y desconocidos, hacer buenos contactos de trabajo, de proyectos y mucho más. Con el auge del uso de las Redes Sociales y dispositivos móviles estamos conectados tiempo completo, como ejemplo, en Reino Unido, las búsquedas relacionadas con contactos desde dispositivos móviles han aumentado un 215% desde 2008.
En América Latina, Redes Sociales como Hi 5, Badoo, Sónico, Orkut, entre otras son utilizadas para conseguir pareja, relacionarse con jóvenes y adultos, más aún con el uso de Facebook, una red social universal con la mayor cantidad de usuarios en todo el mundo. Dejando de lado las Redes Sociales, también existen foros o sitios web donde se puede entablar una -cita- y esto es muy común ya a mediados de los 90. ¿Es bueno o malo? Realmente depende del criterio que tengamos a la hora de compartir nuestras informaciones personales, qué criterios adoptemos para definir con quién interactuar y si conocemos lo suficiente a la persona.
Los servicios de citas online que se encuentran disponibles desde los dispositivos móviles son, conocidos como -mobile dating- y según informa el sitio 20minutos.es ayudan a tener una cita de forma más rápida con personas que estén en la misma localidad o barrio del usuario, lo que facilita un primer encuentro en la vida real, a través del servicio de geolocalización que ofrecen los smarthpones. Por ejemplo, Grindr es una plataforma móvil basada en geolocalización para contactos entre hombres que buscan relaciones. Esta aplicación está disponible para los sistemas Android, iOS y Blackberry. A través de un mapa, los usuarios pueden localizar la posición de otras personas y tener acceso a una ficha de cada usuario. Después, pueden entablar una conversación mediante chat de texto.
Debemos tener presente que los sitios web que ofrecen encuentros virtuales no son para menores de edad, que podemos encontrar perfiles con datos y fotografías falsas para llamar la atención, personas con buenas y malas intensiones. En internet, las apariencias engañan, aún mejor que en mundo no virtual.